Conquistar y arrebatar el corazón de un sagitario no siempre es una tarea sencilla. El signo que nos ocupa presenta unas férreas convicciones morales y sociales, además de ser una persona altamente espiritual y mística (véase los epígrafes “Características de sagitario” y “Compatibilidad de sagitario con otras casas zodiacales.”)
Para un sagitario, en la mayoría de las ocasiones, el amor es parte de una concepción mística. A través del amor se logra una trascendencia personal y espiritual a planos superiores del ser.
Incluso, para algunos sagitarios, el amor puede ser también una religión, donde el Dios Amor es el camino hacia el nirvana espiritual y energético del propio ser.
Teniendo en cuenta las anteriores cuestiones, conquistar un sagitario por lo tanto implica un determinado esfuerzo espiritual. Quizá más que fantasia, un sagitario reclama para sí entrega, comprensión y un punto de vista del entorno parecido al suyo.
Es posible enamorar a un sagitario siendo distintos, ya que tienden a ser personas abiertas, comprensivas, intelectivas y empáticas; sin embargo siempre será un gran punto a nuestro favor interesarnos por cuestiones tántricas, trascendentales y espirituales.
Un sagitario es una excelente persona como amigo y como posible futura pareja. Su capacidad receptiva puede sernos de gran ayuda a la hora de transmitirle todos nuestros sentimientos.
Por otra parte, el desarrollo de ciertas facultades psíquicas o intuitivas pueden poner sobre aviso a la persona sagitario de nuestros sentimientos o nuestras intenciones, es por ello que jamás debemos mentir a un sagitario, ya que sí algo valoran estas personas es la honestidad y la sinceridad en cualquier tipo de relación personal que se produzca.
Cómo conquistar a un Sagitario
Sagitario es, además un ser organizado tanto en cuestiones físicas como espirituales. Debemos ponerle fáciles las casas. El amor, en su parte más carnal e instintiva, para una personalidad sagitario puede suponer, en parte, un arrebatamiento personal, una eclosión de sensaciones que hasta el momento tenía controladas. Es por ello que, muchas veces y según los casos, un sagitario puede mostrarse reacio al amor en un primer momento, quizá debido al miedo a experimentar sensaciones que no puede controlar.
Debemos insistir, sin llegar al punto de saturar a la persona sagitario. Hacerle ver cuánto podemos aportarle y hasta donde estamos dispuestos a llegar por granjearnos su corazón.
La dualidad de su ser (mitad energía, mitad materia) debe advertirnos sobre el método y el modo en el que nos acercamos y la manera en la que actuamos ante la personalidad sagitario. No le gustan las excentricidades, tampoco las sorpresas, en exceso.
El corazón de un sagitario se siente atraído por cuestiones trascendentales, por sentimientos parejos y maneras de ver el mundo basadas en lo espiritual y lo energético. Sabiendo estas cuestiones, será plausible un acercamiento provechoso y fructífero a la hora de sembrar nuestra curiosidad en su corazón.
Quizá el mejor consejo es que, antes que ser novio o novia de un sagitario, lo mejor es ser “su amigo”. Quizá mejor que conocerlo nosotros, lo ideal es dejar que él nos conozca, nos explore y alcance a sentir toda nuestra energía y nuestra fuerza interior enfocada y canalizada hacia su ser y nuestros sentimientos.
Así, de esta manera, podemos atrapar el volátil y místico corazón del sagitario y flechar su alma con la pulsión de nuestro sentimiento y nuestro más hondo y entregado deseo: el amor.
Porque a veces, también podemos viajar sin movernos, tan solo y de la mano, realizar un paseo imaginario, un viaje astral o una mística y especial escapada con un sagitario, nosotros mismos podemos descubrir, gracias al amor hacia esta persona nuevas dimensiones de la vida y de los sentimientos, más allá de lo carnal y lo físico.
Toda una experiencia amar a un sagitario…