Libra es, por antonomasia, un signo que tiende a un equilibrio interno y externo. A veces, debido a la fuerte influencia de las casas de Virgo y Escorpio, puede verse abocado a sufrir la tentación de ciertos excesos, en cuestiones, por ejemplo, de promiscuidad, de edonismo o de cuidado por su estética y su imagen social.
A un libra, de hecho, no le importa dañar a una tercera persona por mejorar su reputación social o laboral. Son por lo tanto, personalidades que, en determinados contextos tienden a quebrar el equilibrio con el contexto que le rodea.
Hay quien aconseja, a modo de amuleto y para dominar dichos excesos de personalidad, la adquisición de una balanza a modo de amuleto. Este elemento, en teoría deberá aportar equilibrio y consciencia de las actitudes y los comportamientos, a veces poco aconsejables, de un libra.
Amuleto para Libra
En realidad, nosotros desde aquí desaconsejamos el anterior elemento a modo de amuleto. Interesa mucho más la naturaleza del amuleto que la propia forma de éste. Un amuleto no debe estar pensado en la forma del signo zodiacal que representa, sino más bien debe estar enfocado a las cualidades que puede aportar a dicho signo, por ello es de vital importancia su naturaleza. Por otra parte, un amuleto verdadero y efectivo deberá estar siempre elaborado por nosotros.
En cuanto a minerales, los expertos en este campo, aconsejan elementos que tiendan a la contención de energía interior. Elementos que sean capaces de aplacar cuestiones como el edonismo, la envidia o el desmedido ansia de fama, dentro de un contexto social. Además de todo ello, con el amuleto adecuado podemos contener este tipo de energías negativas y potenciar aquellas más positivas de la persona: carisma, empatía, amor, ayuda a los demás y, evidentemente, podemos también utilizar nuestro amuleto como barrera contra la mala suerte o el mal de ojo.
Dicho todo lo anterior, un amuleto que puede funcionar muy bien con el signo de libra puede ser aquel mineral que contenga plata, cobre, zinc o plomo en combinación con elementos como azufre o bismuto. El resultado puede ser minerales como la enargita, la proustita y la pirargirita. Pese a que puedan sonar raros, dichos minerales los podemos comprar en cualquier tienda especializada en el ramo. Por otra parte, también puede servirnos un fragmento de roca granítica o un cuarzo blanco.
Como ya hemos dicho, es esencial que, una vez tenemos el elemento primario, elaboremos con nuestras propias manos nuestro amuleto. Debemos tocarlo y transmitir toda nuestra energía, por otra parte, debemos ser capaces de recibir el aporte energético de dicho amuleto.
Un amuleto, además de todo lo anteriormente señalado, básicamente, debe ser capaz de absorber distintas energías del medio, aquellas más positivas y canalizadas a nuestro tipo de persona.
Volviendo al método de elaboración del amuleto; podríamos decir que son infinitas las maneras y los métodos de llevarlo a cabo. Podemos colocarlo en una bolsita blanca y llevarlo siempre con nosotros. También se puede utilizar a modo de colgante, de tal manera que esté tocando nuestro pecho constantemente.
Terminaremos diciendo que, hay quien aconseja la realización de algún tipo de ceremonia, para potenciar la energía del amuleto y “confraternizar” nuestra energía con la de éste. También hay quien aconseja dejarlo toda una noche metido en agua, a la luz de la luna llena, para limpiar de posibles energías negativas nuestro nuevo amuleto.
Sea como fuere, debemos hacer aquello que más nos aporte y más nos pueda ayudar en la fe del objeto que estamos desarrollando .